«Nuestro cometido [es], por tanto, enseñar a los niños, desde los primeros rudimentos, el modo correcto de leer, escribir y calcular, la lengua latina, la piedad sobre todo y la doctrina cristiana; y hacerlo con la mayor habilidad posible» (CC 5)

Hemos encontrado un tesoro que renueva prácticas pedagógicas, activa inteligencias y enciende corazones. El Seminario Socrático es una innovación pedagógica que se centra en la experiencia de diálogo a partir de la lectura y el análisis de un texto valioso.

Prioriza tres objetivos: la participación en el patrimonio cultural, por medio del contacto directo con obras y autores destacados; el desarrollo intelectual, mediante el ejercicio de un pensamiento riguroso: el análisis, la síntesis y la evaluación de ideas y conceptos; y el desarrollo de habilidades sociales, a partir de la capacidad de expresarse y escuchar a los demás.

En las Escuelas Pías de Argentina, surge como respuesta a legítimas demandas presentes en el mundo actual y como modo de renovar y hacer realidad el mandato fundacional de enseñar a leer, a escuchar, a escribir, a hablar y a pensar. Atesoramos el patrimonio recibido y lo proponemos con convicción y creatividad a los niños y jóvenes con la audacia de Calasanz para hacerlos partícipes del diálogo cultural y del diálogo divino-humano. Hoy celebramos y recogemos los frutos tras 10 años desde su implementación.

El calificativo de socrático alude a la mayéutica propuesta por Sócrates, el maestro que por medio de preguntas ayuda a sus discípulos a dar a luz el conocimiento.
A partir del año 2012, se incorporó como espacio curricular obligatorio en la mayoría de nuestras escuelas. El Seminario cuenta con una carga horaria de entre 3 y 4 horas cátedra semanales en la secundaria, y de 1 hora semanal en primaria. En los niveles inicial y superior, también se realizan experiencias no sistemáticas de la mano de docentes que se animan a innovar en sus prácticas pedagógicas.
La práctica comenzó inicialmente con alumnos del nivel secundario y se ha extendido a los diferentes niveles educativos, instalándose como una práctica innovadora.
El diálogo socrático toma como punto de partida el pensamiento de otros, no tanto para refutarlas simplemente, sino para encontrar en ellas lo que hay de verdadero y lo que hay de falso, de modo que en la corrección de ese juicio, en su encauzamiento, sin descartarlo absolutamente, encuentre los elementos que le permiten acceder a la verdad.
  1. Los alumnos leen, antes de la clase y de manera individual, el texto asignado. El primer gran aprendizaje que recogen los alumnos de la materia, garantizado por la habitualidad con que se plantea la tarea.
  2. Los bancos se disponen en dos círculos concéntricos, de manera que quienes están en el círculo interno puedan verse cara a cara y que quienes están en el externo, puedan evaluar el desempeño del alumno que tengan de frente, pudiendo percibir plenamente sus gestos y reacciones.
  3. Un grupo trabaja activamente en desentrañar el sentido del texto previamente leído y el otro permanece en silencio. Su tarea es observar y registrar el desempeño de sus compañeros.
La actitud socrática es una búsqueda, es un movimiento del espíritu, no sólo de la inteligencia, hacia una certeza que se presenta originariamente como problemática. Es un pensamiento en función de problemas, pero no para quedarse en ellos sino para acceder a ese objetivo de la verdad y belleza del bien.
La práctica socrática no hace más que retomar artísticamente lo que se da en toda vida humana y en toda comunidad de modo natural y espontáneo. Se piensa confrontando con otros y con uno mismo, con las propias ideas.

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CURSO DE P.E.E.A.V.A.S.

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